La señora Chen Yurong, una madre china de 55 años, recorrió más de 2.000 kilómetros, 10 diarios durante 7 meses, además de someterse a una dieta estricta a base de arroz y vegetales, para adelgazar ocho kilos y así salvar la vida de su hijo Ye Haibin, de 31 años.
Sólo así, la madre podía donar al primogénito parte de su hígado y corregir en parte el trastorno hereditario que éste padece. Se trata de una enfermedad poco común, causada por la absorción y acumulación de excesivas cantidades de cobre en el cuerpo, que puede producir la degeneración del hígado y otros órganos.
Cumplido el objetivo, se realizó el trasplante con una operación exitosa que duró catorce horas. Ahora Ye está feliz porque ha aumentado notablemente sus expectativas de vida.
Esta noticia fue hace ya un tiempo. Ahora, que estamos a 24 de Abril y a pocos días del mes de Mayo, el gesto de esta madre nos recuerda a muchos otros gestos de nuestra madre María, que siempre es ayuda y auxilio para todos su hijos.