martes, 22 de enero de 2013


Cuando he visto el encargo de mi jefe, me he puesto a pensar en grandes acontecimientos históricos que han producido cambios importantes en el mundo. Sin embargo, me ha parecido más interesante pensar en los avances tecnológicos que han cambiado la vida de las personas no siempre para bien. He aquí unos ejemplos:
  • El GPS: Creada en 1978, estas son sus siglas en ingles que quiere decir sistema de posicionamiento global. Capta la posición exacta en cualquier lugar del planeta. Se utiliza en coches, aviones y barcos. Por ejemplo los científicos se lo ponen a las tortugas para ver de donde a donde migran.
  • El Walkman de Sony: Inició en 1979, escuchar música en movimiento sin molestar a la gente que está alrededor y su icono era “Personal Stereo”. Esto ha ido cambiando y evolucionando como ahora que tenemos el iPod creado por Apple.
  • El código de barras: Ha cambiado el modo en que compramos, que permite acceder a los detalles de los productos como su precio y cantidad pasándolo simplemente por un láser.
  • Comida precocinada: Su apogeo fue en los 70 y ha cambiado nuestra forma de comer. Se hizo con la finalidad de no perder tiempo cocinando aunque también ha afectado a que cada día exista más gente obesa por su alto contenido en grasa y sales que contiene para que dure más.
  • PlayStation: en 1994, en estas fechas el cine y los videojuegos valen lo mismo ya que tienen altos índices de venta con una cantidad aproximada de ingresos de más de 15 billones de euros en 2008.
  • Mensajes de texto: Entre los jóvenes entre 13 y 17 años de edad, los mensajes de texto han suplido las llamadas telefónicas y han cambiado incluso el vocabulario y gramática.

Podría hablarte de algunos más como el dinero electrónico, las redes sociales o el microondas, aparatos sin los que la vida se nos haría más difícil. Todos han sido creados para hacernos la vida más fácil. Tenemos que usarlos de manera equilibrada, que no se conviertan en avances negativos para la vida y la libertad de las personas.

martes, 15 de enero de 2013

Soñar es saludable


Hoy vamos a escuchar cómo podemos hacer realidad nuestros sueños. Son tres pasos: tener un sueño, conseguirlo y  disfrutarlo.
Lo primero que debes hacer es preguntarte sinceramente cuáles son tus metas,  pues estas  deben estar claras para lograr  tu sueño.
En este proceso ayuda que al dormir sueñes con algo bueno, que te haga sentir bien, que te aporte felicidad, aunque no esté directamente relacionado con tu meta-sueño. Los  sueños nocturnos se pueden redirigir. Hazlo del siguiente modo:
Cuando te acuestes, antes de cerrar los ojos, piensa en algo agradable y visualízalo, sin tensionarte; simplemente lo piensas, lo visualizas, te sonríes y  ¡a dormir! Según unos estudios científicos, la mente, al dormir, suelta una sustancia llamada mielina que estimula el proceso del sueño como algo reparador, para que te levantes descansado.
El primer paso ya está: ya  has soñado en positivo.
El  segundo paso es conseguir lo que te propones. Esto es un proceso para lo que requerirás  1º pasión  y  2º constancia.
El tercer paso es disfrutarlo mientras vas teniendo pequeños adelantos de tu sueño de vida. Márcate pequeñas metas intermedias, así disfrutarás del camino sin agobios y sin ansias por tenerlo ya. Para disfrutar de este camino, comparte  tu sueño/ilusión/planes con la gente que te importa.
Soñar es fuente de salud y de proyecto de vida; así también lo vivió Don Bosco.

Vídeo médicos y voluntarios del Hospital San Juan de Dios, en colaboración con el cantante Macaco: