La llamada
“Brecha digital o tecnológica” hace referencia a la desigualdad socioeconómica
que se produce entre aquellas comunidades que tienen acceso a las nuevas tecnologías
de la información y la comunicación (ordenador personal, telefonía móvil, acceso a internet, banda ancha, etc.) y las
que no lo tienen.
Este término
también hace referencia a las diferencias que hay entre colectivos sociales
según su capacidad para utilizar las TIC de forma eficaz, debido a los
distintos niveles de alfabetización. Asimismo, se utiliza en ocasiones para
señalar las diferencias entre aquellos grupos que tienen acceso a contenidos
digitales de calidad y aquellos que no.
Una de las
consecuencias de la brecha digital es la dificultad que enfrentan las personas
para salir de condiciones de pobreza por la falta de acceso a nuevos
conocimientos lo que lleva a esta parte de la sociedad a la ignorancia y falta
de comunicación social limitándolos a actividades en sectores primarios.
Solo como
curiosidad: la omnipresente www, es una sigla que en su origen significaba
World Wide Web (red informática mundial) y, sin embargo, genera desigualdades.
Para Winner, teórico especializado en cambios sociales y tecnología, toda
innovación se percibe primero como democrática - los trenes iban a democratizar
el transporte, la televisión iba a democratizar la comunicación e internet lo
iba a democratizar todo - y, aunque no siempre sea así, él va más allá y
argumenta: “Lo que importa no es la tecnología en sí, sino el sistema económico
o social en el que está. La tecnología debe ser acceso al conocimiento e
integración. Está relacionada con la situación política y económica. Es una
pelea por un problema: desigualdad y distribución de la riqueza, ricos
haciéndose más ricos y pobres, más pobres. Tenemos la oportunidad de que no sea
así, de hacer innovación que importe. ¿Estamos jugando o estamos transformando
las vidas de la gente?".
De todo esto
deducimos que los principales agentes para resolver el problema son los
gobiernos, ya que ellos son los que pueden facilitar el dinero necesario para
ampliar el acceso y calidad de las nuevas tecnologías (salas con internet
gratuito, mayor cobertura y calidad de la señal de red inalámbrica, formación y
uso crítico de las Tic`s…). Por otro lado, las empresas de software y de
telecomunicaciones también son las que ayudarían a resolver el problema, en
conjunto con algunas empresas que estén interesadas en aumentar su mercado y
sus canales de información. En último término, en cada de nosotros también se
halla parte de la solución: desde hacer un uso correcto de los móviles,
tablets, ordenadores….y compartirlo con quien no pueda acceder a ellos, hasta
ir creciendo en capacidad crítica para ser futuros ciudadanos que exijan a los
gobiernos la democratización de las tecnologías de la información, para que
todos progresemos de forma corresponsable e igualitaria.
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