En este mes de marzo celebraremos el Día Mundial del Agua. El agua es necesaria para la vida, de hecho el ser humano está compuesto en un 70% de agua. Pero acceder a ella, algo que a nosotros nos resulta bastante sencillo, en algunas regiones y países se convierte en una verdadera odisea.
La ONU nos propone que reflexionemos sobre la siguiente frase: “El mundo tiene sed porque tenemos hambre”. ¿Curioso? Los estudios nos dicen que una persona bebe diariamente 2 y 4 litros de agua; sin embargo no es el único agua que ingerimos. La mayor parte del agua que “bebemos” está incorporada en los alimentos. Para producir un kilo de carne de vacuno, necesitamos invertir 15.000 litros de agua, y para un kilo de trigo 1500 litros.
En este invierno que algunos han definido como de los más secos de los últimos años os lanzamos un reto: no desperdiciemos el agua. Pero no solo no dejando abierto el grifo sino no tirando comida. Porque como hemos visto si reducimos el desperdicio de alimentos, no estaremos tirando a la basura el agua que se utilizó para producirlos, y estamos hablando de cantidades mucho mayores que dejar el grifo abierto mientras nos lavamos los dientes.
¡Ánimo! En el mundo se desperdicia el 30% de los alimentos que se producen. ¡El agua da vida! No la tiremos a la basura en forma de filete.