¿Somos personas que damos luz?
Una luciérnaga es un gusano que emite una luz
brillante en la oscuridad. Pues, cuenta una leyenda que hubo una vez una
serpiente que empezó a perseguir a una luciérnaga. Esta huyó rápidamente de su
predadora pero la serpiente no desistió. La pobre luciérnaga huyó un día y la
serpiente la siguió; huyó otro día y la serpiente la siguió de nuevo. Y al
tercer día, ya sin fuerzas para seguir huyendo, la luciérnaga se paró y le dijo
a la serpiente:
- ¿Puedo hacerte tres preguntas?
- No acostumbro a ser tan benévola -respondió
la serpiente-, pero como te voy a devorar
puedes preguntar lo que quieras.
- ¿Pertenezco
yo a tu cadena alimentaria? -preguntó con cierto miedo la luciérnaga.
- No -respondió
la serpiente con rotundidad.
- ¿Te he hecho yo algún tipo de daño? -volvió a preguntar la luciérnaga.
- No -volvió a responder la serpiente.
- Entonces,
¿por qué quieres acabar conmigo? -preguntó de nuevo la luciérnaga.
- ¡PORQUE NO SOPORTO VERTE BRILLAR"
-respondió la serpiente.
De esta simple fábula podemos aprender grandes
lecciones para la vida. Ahí os dejo algunas para que las meditéis:
Muchas veces nos vemos envueltos en situaciones
duras y difíciles que nos cuesta comprender o asimilar y nos preguntamos:
"¿por qué me pasa a mí esto?", "si yo no hago nada malo, si no
le hago daño a nadie, ¿por qué, entonces se burlan de mí?", "¿por qué
se meten conmigo los demás?".
Pues la respuesta es muy sencilla: PORQUE NO
SOPORTAN VERTE BRILLAR. Cuando te pase algo, así no dejes nunca de brillar,
continúa siendo tú mismo, sigue dando lo mejor de ti, no permitas que las
palabras y acciones de otros te hieran y te apaguen. Sigue brillando, porque tu
luz seguirá intacta; tu esencia permanecerá pase lo que pase.
¡Sed siempre auténticos, sed siempre vosotros
mismos, incluso aunque tu luz moleste y despierte la envidia de los predadores
que os rodean!